Lo más actual en mi vida...

Publicado por Adrianita | 8:35 | 2 comentarios »

Pues bueno, para variar hoy voy a hablar un poco más del tema,... conocí a una chava. Desde que la vi llamó mi atención porque es diferente, me sentí identificada con ella y pensé en el momento que podíamos llevarnos muy bien. Esta señorita es parecida a Adriana, pero no a la Adriana presente, sino a la Adriana que hace mucho tiempo dejé de ser. Quizá eso fue lo que me hizo observarla. Me dieron ganas de repente de regresar a esa parte de mí, de hacer lo que quería sin importar más, la persona libre que se viste como quiere, que escucha lo que quiere, y que hace lo que quiere sabiéndose cuidar y sobre todo sin temor a fracasar. Así la veo a ella, independiente, libre, inteligente, rebelde, auténtica. Extraño esa parte de mí, y sé que aunque quisiera ser así nuevamente no podría,...

Me he convertido en una persona extraña, alguien que si bien es medianamente feliz, se ve limitada por lo que los demás esperan de ella, que no dice lo que piensa, que no expresa lo que siente, que no arriesga nada y para quién su medio para desahogar es una computadora o un lápiz y un papel.

No sé en qué momento dejé de ser esa persona inteligente, que sabía lo que quería, que tenía determinación y coraje,... Ahora me siento un poco perdida, con poca orientación en la vida y guiada tal vez sólo por las cosas que "deberían ser".

Ayer lloré, lloré como hacía mucho mucho tiempo que no lloraba, lloré hasta que mis ojos me ardían y no salían más lágrimas. Pero hoy me siento mejor, más tranquila y con más ánimo.

¿Por qué lloré? Pues fueron muchas cosas, me sentí sola, fuera de mi ambiente, lejos de mi familia. Sentí que en realidad hay muy pocas personas para quienes soy importante, y me sentí vacía. Me sentí también traicionada por mí misma, como si no estuviera siendo auténtica, como si estuviera sujeta a lo que otros quieren o esperan de mí, presa de mis miedos, y fue horrible. Es horrible.

Ya no quiero ser así, quiero volver a quererme y valorarme y quiero sentirme querida, pero siendo yo. Decidiendo lo que quiero ser y hacer, sin importar lo que esté bien o mal, sólo ser yo. También me enojé conmigo misma, me enojé por ser tan mm cómo decirlo, por esperar tanto. Me enojé porque tiendo a idealizar a las personas y a los sucesos, y siempre repito las historias.

El detonante de todo fue lo que sucedió hace unos días,... la niña, de la que hablé al principio y yo nos besamos,.. no estoy segura de quién comenzó, o exactamente cómo, pero claro que yo lo aprobé. Ese fue mi primer beso, en el baño sucio de un antro del cual ni siquiera sé escribir el nombre y habiendo tomado más que en toda mi vida.

Yo, la que esperaba encontrar a su príncipe azul, la que se había detenido en tantas ocasiones porque ese momento debería ser especial. La chica que no daba besos simplemente porque un beso es uno de los actos más íntimos y solamente se deben dar cuando quieres y deseas a la persona. Inclusive me parecía un acto más profundo que tener relaciones.

Ni siquiera con Jorge lo permití. Jorge, explico, hasta ahora ha sido el único chavo con quien pude haber permitido algo en serio. Lo quería mucho, me gustaba así como era, arrogante y presumido, y aunque a todos los demás no les gustara. A pesar de que yo lo elegí, y le busqué, ni siquiera así lo dejé besarme (y que quede claro que en mi mente lo quería). Y qué bueno que no lo hice, porque quizá de ser así, todavía no lo hubiese superado.

Me tardé más o menos dos años para dejar de pensar en él y en lo que falló. Me costó inclusive al punto de que, en un inicio, este viaje era para huir de su presencia. Pero finalmente lo superé. Me prometí a mí misma, tener mucho más cuidado en las próximas relaciones. Me di cuenta de que en el planeta existen millones de personas, y gracias a eso conocí a Omar.

Omar es físicamente el chavo más guapo que he visto, todo, su cara, su estatura, su cuerpo. Recuerdo que en cuanto lo ví, le dije a mi amigo uff parece modelo. Nunca pensé que podría pasar algo con él, ni siquiera cruzamos palabra esa noche. Pero que rara es la vida porque justo cuando uno no espera nada las cosas suceden. Él me buscó, me invitó a salir y platicamos de mil cosas. Me gustó además su personalidad y saber que es inteligente y ambicioso. Y dormimos una noche juntos, pero, no pasó nada, sólo platicamos y la pasamos muy bien.

Omar se quedó pendiente en México, porque no quisimos regarla, yo me venía a España y él en agosto a Francia. Nos escribimos y hablamos a veces por teléfono.

Y junto con Omar se quedó otra persona. La persona por la cual surgieron “mis dudas”. Debo decir que me asustó pensar la posibilidad de que fuera una chava con quien estaba disfrutando mi tiempo y pasándola como hacía mucho tiempo no lo hacía, ella me quería en serio y quizá eso también me dio miedo.

La verdad es que eso igualmente influyó en que hoy esté en España, vine a estar de fiesta, a tomar, a salir, y a probar,… después de todo aquí nadie me conoce.

Pero ya me salí completamente del tema, estaba relatando mi última experiencia…

Pues así fue, no me limitó la importancia que venía concediendo a “mi primer beso” durante tantos años, simplemente quise hacerlo, porque ella me gustaba mucho y lo hice. Y después me sentí fatal. No por el hecho de que fue en ese lugar, o en ese estado, tampoco fue el hecho de que fuera mujer. Lo que me hizo sentir mal fue que ella me dijera que quería a otra persona y que si quería algo sería algo temporal. Sé perfectamente que lo hizo como un acto de honestidad, y también sé que tenía razón, pero quizá hubiera preferido no saberlo, o saberlo antes de que sucediera. En ese momento no le di mucha importancia, después de todo yo vine a probar, y aunque la sensación no me desagradó, tampoco me sentí en las nubes, ni se acercó un poquito a la química que sentía cuando él (Jorge) me tomaba de la mano.

Volvimos a salir, me dijo que para ella la situación no había sido fría, que las cosas no eran o blancas o negras. Quizá tenga razón, y quizá lo hubiera aceptado, uno no quiere a una persona de la noche a la mañana, las relaciones llevan tiempo, pero lo que me hizo sentir mal es que esa misma noche me confesara que le gusta alguien más. Alguien además muy cercana a nosotras.

Buff,… entonces el beso y lo sucedido ¿lo hizo porque yo era la del momento? ¿Por qué esa noche salimos juntas? ¿Lo hubiera hecho con cualquier otra persona?... La verdad es que me sentí triste,... claro que estaba sensible y me puse melodramática, como si yo no fuera importante para nadie y al final de cuentas me sentí muy sola. Tranquilos, ya pasé la depresión.

Ahora estoy más relajada y poniendo las cosas en su justo nivel. De todo esto me queda claro:

1 Que la sensación no me desagradó, y que la posibilidad de que el amor lo encuentre en una mujer, sigue vigente, pero también para vivir sin complicaciones y conforme a lo que debería puedo perfectamente tener una relación con un hombre.

2 Que el primer beso no es el más importante, ya vendrán más y seguramente el más importante será el que me haga sentir cosas mucho más profundas y con el que después de haber probado elija quedarme.

3 Que quiero volver a ser la Adriana libre, normal, sin tantas reservas.

Volví a hablar con ella, decidimos dejar las cosas en paz y ser amigas, en un principio me pareció difícil tener que verla diario y que la imagen volviera a mi mente,… pero, ahora creo que no debería darle tanta importancia, porque tampoco es que la quiera, y la verdad, ni siquiera la conozco. Tengo ganas de estar bien conmigo misma, y eso ahora es lo importante.

2 comentarios

  1. Une_fleur // 20 de abril de 2009, 20:46  

    Espero que puedas encontrar eso que buscas y que, estoy segura, sigue dentro de ti. Sé que la vida te puede cambiar mucho pero siempre es bueno poner un poco de resistencia cuando se trata de cambiarse a uno mismo en especial cuando son cosas que uno ama!
    Espero que todo salga bn!
    ;)

  2. bUeNa NiÑa // 23 de abril de 2009, 8:54  

    raios ke dificil es un enredo... asi es la vida reina solo ai ke saber mmm komo llebarla.

    suertee

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