Hoy quisiera escribir un post con el orgullo en el pecho de ser mexicana, con las ganas inmensas de gritar gol o por lo contrario de ponerme a llorar una vez más porque… ya merito… Pero, esta vez no es así,…

Recuerdo todavía aquella noche que me desvelé viendo el partido. Tenía examen de química al otro día, pero era la final de la copa confederaciones y no me podía perder a mi selección enfrentando a Brasil. Recuerdo mi fe grande en que ganaríamos, porque para mí el tri en ese entonces podía ganar lo que quisiera. Recuerdo cómo cantaba el himno nacional, y la fuerza con la que gritaba Viva México. Me recuerdo cargando la bandera en los homenajes con la firme creencia de que ésta es la más bonita del mundo.

Hoy quisiera volver a sentir ese patriotismo, ese amor que me hacía cantar con el mariachi y comer salsa picante por demostrar a mis amigos extranjeros lo mexicana que soy. (Que quede claro que no por comer chile eres mexicano, pero eso creen en otros países)
Y no sólo eso, porque decirte mexicano o colgarte una banderita no significa ser patriota. Se me quitaron las ganas de luchar por mí país, se me quitaron las ganas de intentar ayudar…

He perdido la confianza en las instituciones, pero sobre todo en la gente. He perdido el ánimo.

Me da coraje que nos quejamos diariamente de la corrupción, de la inseguridad, y somos nosotros mismos quienes la provocamos. Culpamos al gobierno… pero dicen que el pueblo tiene el gobierno que merece.

Porqué somos así?
Porque no cuidamos la naturaleza?
Porqué no ahorramos energía?
Porqué preferimos lo extranjero a lo mexicano?
Porqué discriminamos?
Porqué no estudiamos y nos preparamos verdaderamente?
Por qué hiciste trampa en el examen?
Porqué no haces tu trabajo con ganas?
Porqué te vale madre todo?


Ah, pero lo verdaderamente importante (nótese el sarcasmo) hoy juega la selección, la selección de todos,… y después de reír o llorar (lo más probable) por el resultado, vas a matar algunas neuronas con un par de cervezas.

Y lo peor es que no sé si te tengo envidia o compasión,… Porque yo ya no siento nada viendo jugar a la selección, gane o pierda, me es indiferente.

Vivo decepcionada de mi país, decepcionada de la sociedad mexicana, para qué intentar ayudar a quién no quiere ser ayudado?. Hoy no me siento parte de esto y me daría igual ser francesa que española, colombiana o japonesa.

Así que digo, perfectamente consciente de que soy mexicana, “espero que gane el mejor”.

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